domingo, 13 de enero de 2013


“¿…Entonces supuestamente que sois?” y  fue esa única frase la que me mato por dentro, que… Qué éramos? Bueno, podría decirse que somos personas, si si, personas que se gustan y su buscan, no había nada mas, por mucho que lo pensara y recordara nunca habían hablado sobre que eran o que les iba a deparar el futuro.

Sonríe.

¿Qué les iba a deparar el futuro? Al final su hermano tendría razón, el sexo femenino se adelanta demasiado, quizás no debería pensar en que somos o dejamos de ser, o cuánto tiempo vamos a estar juntos o cuándo tendremos la primera bronca, debería disfrutar, realmente solo son etiquetas, es una simple etiqueta.

¿Es casi como el matrimonio?

¿Matrimonio? Lucia, ¿qué estas pensando? Por dios, baja de las nubes.

No lo sé nena, no sé que somos, pero si tengo una cosa bien clara, creo que el besarnos le                 gusta tanto como a mí, es difícil olvidar su cara de panoli cuando me acerco.
Lucia, me desconciertas, puedes estar tan hundida que te brillan los ojos por las lagrimas, y de repente sonríes y vuelves a tener ese aura que te rodea.
¿Qué?
Llámale o déjalo todo como hasta ahora, sigue un camino y no lo sueltes, y nunca dudes. Tus decisiones siempre serán las correctas, aunque el resultado no sea el esperado.
Te entiendo…
No, no me entiendes.
- No seas mala, te entiendo o eso creo, pero se a lo que te refieres. Así que lo mejor es que deje las cosas como están, que sigan su curso sin ningún tipo de prisa, ya habrá tiempo de lloros y lamentaciones al final del camino.

Y siguieron hablando sin ser conscientes de que esa misma conversación la estaban teniendo dos amigos justo en la cafetería de enfrente. Que caprichoso puede llegar a ser el destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario